POR SANTOS SALVADOR CUEVAS
Para Ecos del Sur
Una línea de pensamiento ideológica vino a ser la “raya de Pizarro” que diferenció desde los 70s hasta el 2015, al PLD del PRD; desde el mismo momento que se esgrimió y divulgó a la nación las razones que llevaron a Don Juan Bosch y un selecto grupo de militantes a salir del partido del hacho prendido, fundado en la Habana en 1939, para dar nacimiento a una nueva formación partidaria, desde ese momento se mantuvo a lo largo del tiempo la confrontación entre los miembros y dirigentes de ambas fuerzas.
Desde entonces hasta acá uno de estos partidos fue siempre la opción opuesta al otra, la antítesis del otro.
Es por ello que, aunque han cambiado los tiempos, los argumentos esgrimidos hasta ahora, en ambas parcelas, no han sido lo suficientes para convencer sobre este pacto, de su justeza y para que se le asimile así por así.
Si hasta ahora no ha habido explosión en ambos partidos, se debe, única y sobre todo, al liderazgo y la autoridad de Danilo Medina y Miguel Vargas Maldonado en ambos partidos, pero ello no excluye que fluyan entre sus miembros y dirigentes las inevitables manifestaciones de “aceptación”, en los unos, y de “oposición rampante”, en los otros.
La gente está a la expectativa y sólo puede detenerse el estallido o deserción masiva en ambas lides políticas, el que los líderes de ambos bandos, puedan saber sopesar los nuevos pasos a dar, en un ambiente que, sino de tensión, donde se manifiesta mucha preocupación y expectativas.
Estamos hablando de los intereses en este caso político por que se mueven todos los miembros y militantes en ambas parcelas políticas.
Tirar por la borda las aspiraciones de la gente, y pasar a hacer un reparto de las candidaturas tal si fuera el manejo que se da a una finca bananera, puede devenir en hechos “traumáticos” donde resulte peor la cura que la enfermedad.
El PLD no necesita al PRD para arrasar en el 2016, y, sin embargo, se debe ser prudente y de alto valor ético-político, dado que el PRD apoyó con el voto de sus legisladores la modificación al Artículo 124 de la Constitución, para facilitar las aspiraciones del Presidente de la República tras un nuevo mandato; así mismo, de manera muy valiente y con decoro el Ing. Miguel Vargas Maldonado, en discurso a la nación y en un hecho sin precedentes, desistió de sus aspiraciones presidenciales y pasó a dar su apoyo al Lic. Danilo Medina.
Entonces, puede resultar pedante, burlón y como traición el decir al PRD ahora que no vamos aliados hacia el nuevo proceso electoral del 2016; eso no es de figuras honorables.
Ahora bien, Miguel Vargas sabe, como la nación entera, que su partido, el PRD, no tiene los números que le hagan merecedor de medio gobierno y de cuotas a nivel congresional y municipal que, no sólo evidencien una “estafa al PLD”, sino que vengan a servir de base o argumentos para provocar fraccionamiento y división en el PLD.
La prudencia enseña que se debe “dar al Cesar lo que es del Cesar” y ni una pulgada más; el PRD aportó ya al triunfo de la reelección presidencial desde el Congreso Nacional, y, nos luce, que lo más correcto debe ser que la alianza o pacto por un Gobierno de Unidad Nacional, sólo abarque al nivel congresional y no al nivel municipal, así como su participación en el nuevo gobierno.
Asímismo, puede resultar una burla para los que nos fajamos durante 10 y 15 años al lado de Danilo Medina, sin que hasta la fecha hayamos podido acceder a nuestro gobierno, mientras se venga con la idea, muy alegre por cierto, de ceder al PRD Consulados y Ministerios, en un gobierno para el que no aportaron y sí lucharon para impedir su triunfo.
Parece que nos estamos volviendo locos.
Nosotros saludamos este nivel de entendimiento entre fuerzas históricamente adversas, pero tenemos derecho a reclamar del Comité Político a no excederse en sus funciones y ser garantes del buen cuidado y defensa del derecho que asiste a la militancia del PLD a elegir y ser elegidos.
Proponemos:
Proponemos:
a) Que las demás posiciones o aspiraciones a candidaturas en el PLD, sean llevadas a Convención o Primarias Internas a lo largo y ancho de toda la organización.
Ojalá y estas propuestas puedan -al menos- encontrar ecos en nuestro Comité Político.
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