EL JILGUERO: Las carnes que comemos en Tamayo


POR SANTOS SALVADOR CUEVAS

Para Ecos del Sur



La salud debe ser lo primero. Cualquier plan o proyecto de la comunidad, si no tiene la salud de la gente como su elemento 1-A, no tiene sentido.



Desde hace un rato largo, sentimos una gran preocupación por las carnes y alimentos que consumimos en Tamayo; muchas veces ni sabemos que carne comemos, si es de res, cerdos, chivos, etc. o si lo que consumimos es carne de burro o perro. Eso puede ser visto o pasar desapercibido, pero el caso amerita un tratamiento urgente.



En ese mismo sentido, debe preocuparnos el transporte y la manera que se usa para llevar ese producto al marcado, en la mayoría de los casos, esas carnes se transportan en animales y sobre todo en la cola de un motor o motocicleta.



Así mismo, es preocupante ver al carnicero sin el gorro ni la vestimenta blanca que controle la caída del sudor sobre las carnes, y más venenoso aun son las moscas que proceden desde distintos vertederos y se asientan sobre el producto. Eso no tiene control y al parecer jamás ha sido elemento de preocupación.



Los tres aspectos de un mismo caso ameritan un tratamiento serio, es decir: 1. debemos controlar o saber qué producto de carne se consume en Tamayo; 2. debemos preocuparnos por el transporte de las carnes al mercado; y 3. debemos establecer -vía la educación popular y la persuasión- que los carniceros se uniformen y usen el gorro para que el sudor no caiga sobre las carnes que consumimos.



EL CAMBIO EN TAMAYO, que abordaremos desde el PLD y la Red de Tamayeros por el Cambio, debe priorizar esos aspectos que son vitales para la salud ciudadana. En tal sentido, en nuestro PROGRAMA DE GOBIERNO estarán establecidos los elementos siguientes:



a) Se designará una persona preparada en la materia como Encargado de Sanidad, que se encargará de observar qué carnes se matan y consumimos en Tamayo.



b) El Ayuntamiento garantizará un transporte refrigerado, en el cual la persona Encargada de la Sanidad va a transportar las carnes al mercado.



c) Previa reunión y un proceso de educación y persuasión con los carniceros, se establecerá como obligatorio que quien no use el delantal y el gorro, no va a picar carne en el mercado. Así mismo, será deber del carnicero garantizar alejado de la mesa donde pica las carnes a los perros realengo que se hacen dueños del mercado.



Estos puntos estarán establecidos con claridad en el Programa de Gobierno Municipal, que a inicio del año 2015 pondremos a circular al interior de la comunidad organizada de Tamayo.



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