El coronel Dotel, encargado del Departamento de Investigaciones Criminales (DICRIM) de la Policía Nacional, informó que las autoridades investigan las causas que motivaron los hechos.
Varios de los heridos de gravedad fueron llevados al hospital Luis Morillo King, mientras que otros fueron curados por médicos dentro del pabellón.
Apuntó que varias mujeres embarazadas se desmayaron, hubo que sacarlas con premura, a fin de evitar males mayores. En cambio otras mujeres que visitaban parientes fueron retenidas como rehenes, a cambio de que se permitiera la presencia de la prensa lo que no se materializó.
La trifulca presuntamente se originó entre grupos de Santo Domingo y San Francisco de Macorís que se disputan el control del pabellón.
Decenas de agentes policiales acudieron a reforzar a los miembros del Ejercito de la República Dominicana, y se vieron precisados a detonar decenas de bombas lacrimógenas para normalizar los disturbios internos, mientras familiares y amigos de reos vivían momentos angustia y desesperación en las inmediaciones del recinto militar.
El diputado Aridio Vásquez del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), al acudir al lugar de los hechos, declaró que grupos internos controlan los pabellones.
El legislador formuló un llamado al procurador general de la República, doctor Francisco Domínguez Brito, a fin de que ordene una investigación y el desarme total de los internos con el propósito de evitar la continuidad de hechos violentos y derramamiento de sangre.
Por Tony Balbuena
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